UNIDAD 13. EVALUACION DE LA
PREVECION DE RIESGOS LABORALES.
La
evaluación de riesgos es la gestión de la seguridad y salud en el trabajo.
Sirve para establecer la acción preventiva a seguir, a partir de una evaluación
inicial. La importancia de dicha evaluación, está reconocida en la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales, transcripción de la Directiva Marco
89/391/CEE, al establecer como obligación de la Administración la planificación
de la acción preventiva, a partir de una evaluación inicial de riesgos.
La
evaluación de riesgos es el proceso mediante el cual se obtiene la información
necesaria para estar en condiciones de tomar decisiones sobre la necesidad o
no, de tomar acciones preventivas, y en caso afirmativo el tipo de acciones que
deben de adoptarse.
La
Evaluación de Riesgos comporta la existencia de dos partes diferenciadas:
1. El análisis de riesgos.
2. La valoración de riesgos.
2. EL
ANÁLISIS DE RIESGOS.
El Análisis de Riesgos se compone de las siguientes fases:
a) Identificar
el Peligro, entendiendo como tal toda fuente o situación con capacidad
de daño en términos de lesiones, daños a la propiedad, daños al medio ambiente,
o bien una combinación de ambos.
b) Estimar el Riesgo, entendiendo como Riesgo la combinación de la
frecuencia o probabilidad y de las consecuencias que pueden derivarse de la
materialización de un peligro. La estimación del Riesgo supone el tener que
valorar la probabilidad y las consecuencias de que se materialice el riesgo.
3. VALORACIÓN DE RIESGO.
Tras efectuar el Análisis de Riesgos, y con el orden de magnitud que se ha obtenido para el Riesgo, hay que valorarlo, es decir emitir un juicio sobre la tolerabilidad o no del mismo, hablándose en el caso afirmativo de Riesgo Controlado, y finalizando con ello la Evaluación del Riesgo.
PASOS A
SEGUIR EN UNA EVALUACIÓN DE RIESGOS:
El paso
preliminar a la evaluación de riesgos es preparar una lista de actividades de
trabajo agrupadas de forma racional y ordenada. Seguidamente, se deberá obtener
para cada una de las actividades el máximo de información posible:
- Tareas a realizar, su duración y frecuencia.
- Lugares donde se realiza el trabajo.
- Quien realiza el trabajo, tanto permanente como ocasional.
- Otras personas que pueden ser afectadas por las actividades del trabajo.
- Formación de los trabajadores sobre la ejecución de las tareas.
- Instalaciones, maquinaria y equipos que se utilizan.
- Herramientas manuales y a motor.
- Energías que se utilizan.
- Sustancias y productos utilizados y generados.
- Contenido y recomendaciones de los etiquetados.
- Requisitos de la legislación vigente sobre la forma de hacer el trabajo, instalaciones, maquinaria y sustancias empleadas.
- Medidas de control existentes.
- Datos recopilados sobre accidentes, incidentes, enfermedades profesionales derivadas de la actividad que se desarrolla, de los equipos y de las sustancias utilizadas.
- Datos sobre evaluaciones de riesgos que se han efectuado anteriormente.
- Organización del trabajo.
4. IDENTIFICACIÓN DEL PELIGRO.
Una vez
obtenida la anterior información se pasará a la identificación de los peligros
que pueden actuar sobre cada uno de los trabajadores en cada una de las
actividades. Para llevar a cabo la identificación habrá que preguntarse:
• ¿Existe una fuente de daño?
• ¿Qué o
qué puede ser dañado?
• ¿Cómo
puede ocurrir el daño?
Con el
fin de ayudar en el proceso de identificación de peligros, es útil categorizarlos
en distintas formas, por ejemplo, por temas: mecánicos, eléctricos,
radiaciones, sustancias, incendios, explosiones, etc..
Medio Ambiente:
Agentes Físicos.
- Iluminación.
- Ruido.
- Condiciones termohigrométricas.
- Vibraciones.
Agentes Químicos (laboratorios).
- Exposición a sustancias nocivas o tóxicas.
- Exposición a agentes químicos por ingestión o inhalación.
- Contacto con sustancias cáusticas y/o corrosivas.
Agentes Biológicos.
- Virus.
- Bacterias.
Causas personales:
Carga física.
Carga mental.
- Inseguridad laboral (interinidad, desplazamientos).
- Salario.
- Exceso de responsabilidad.
- Falta de expectativas profesionales.
- Escasez de medios.
- Conflictos en las relaciones interpersonales.
Factores Psicosociales
- Estrés.
- Síndrome de bourn-out.
- Mobbing.
5. ESTIMACIÓN DEL RIESGO.
Para cada uno de los Peligros identificados se deberá estimar el Riesgo,
determinando la Severidad del daño
(Consecuencias) y la Probabilidad de
que ocurra el daño. Se considerara lo siguiente:
• Partes
del cuerpo que se verían afectadas.
•
Naturaleza del daño, graduándolo desde ligeramente dañino a extremadamente
dañino.
6. SEVERIDAD DEL RIESGO.
La
Severidad de un riesgo es el valor asignado al daño más probable que produciría
si se materializase. Para asignar dicho valor, el técnico habrá imaginado el
daño que más frecuentemente podría ocurrir de materializarse el riesgo
detectado, y lo habrá comparado con los daños descritos en la siguiente tabla,
clasificándola como baja, media, o alta.
La Severidad daño se clasifica en:
LIGERAMENTE
DAÑINO: Daños superficiales (pequeños cortes y magulladuras); irritación de los
ojos, molestias e irritación (dolor de cabeza, disconfort), lesiones previsiblemente
sin baja o con baja inferior a 10 días naturales. Pérdida de material leve.
DAÑINO: Quemaduras,
conmociones, torceduras importantes, fracturas, amputaciones menos graves
(dedos), lesiones múltiples; sordera, dermatitis, asma, trastornos músculo-esqueléticos,
intoxicaciones previsiblemente no mortales, enfermedades que lleven a
incapacidades menores. Lesiones con baja prevista en un intervalo superior a
los 10 días. Pérdida de material grave.
EXTREMADAMENTE
DAÑINO: Amputaciones muy graves (manos, brazos, ojos); cáncer y otras
enfermedades crónicas que acorten severamente la vida, lesiones muy graves
ocurridas a varias o a muchas personas y lesiones mortales. Pérdida de material
muy grave.
7. PROBABILIDAD DE UN RIESGO.
La probabilidad de que
ocurra el daño se puede graduar, desde baja hasta alta, con el siguiente
criterio:
Probabilidad
alta: El daño ocurrirá siempre o casi siempre.
Probabilidad
media: El daño ocurrirá en algunas ocasiones
Probabilidad
baja: El daño ocurrirá raras veces
A la hora de establecer la
probabilidad de daño, se debe considerar si las medidas de control ya
implantadas son adecuadas. Los requisitos legales y los códigos de buena
práctica para medidas específicas de control, también juegan un papel
importante. Además de la información sobre las actividades de trabajo, se debe
considerar lo siguiente:
a) Trabajadores
especialmente sensibles a determinados riesgos (características personales o
estado biológico).
b) Frecuencia de exposición
al peligro.
c) Fallos en el servicio.
Por ejemplo: electricidad y agua.
d) Fallos en los
componentes de las instalaciones y de las máquinas, así como en los
dispositivos de protección.
e) Exposición a los
elementos.
f) Protección suministrada
por los EPI y tiempo de utilización de estos equipos.
g) Actos inseguros de las
personas (errores no intencionados y violaciones intencionadas de los
procedimientos):
8. VALORACIÓN DEL RIESGO.
Una vez calificado un riesgo por su grado de riesgo, la siguiente tabla, nos
permite decidir si es necesario adoptar medidas preventivas para evitarlo o
reducirlo y, si lo es, asignar la prioridad relativa con que deben implantarse
tales medidas.
RIESGO.
|
ACCIONES Y PRIORIDAD DE EJECUCIÓN.
|
TRIVIAL.
|
No se requiere acción
específica.
Prioridad Baja.
|
TOLERABLE.
|
No se necesita mejorar la
acción preventiva. Sin embargo, se deben considerar soluciones o mejoras que
no supongan una carga económica importante. Se requieren comprobaciones
periódicas para asegurar que se mantiene la eficacia de las medidas de
control.
Prioridad Media.
|
MODERADO.
|
Se deben hacer esfuerzos
para reducir el riesgo, determinando las inversiones precisas. Las medidas
para reducir el riesgo deben implantarse en un periodo determinado. Cuando el
riesgo moderado esté asociado con consecuencias extremadamente dañinas, se
preciará una acción posterior para establecer, con más precisión, la
probabilidad de daño como base para determinar necesidad de mejora de las
medidas de control.
Prioridad Medio-Alta.
|
IMPORTANTE.
|
No debe comenzarse el
trabajo hasta que no haya riesgo. Puede que se precisen recursos
considerables para controlar el riesgo. Cuando el riesgo corresponda a un
trabajo que se está realizando, debe remediarse el problema de forma urgente.
Prioridad Alta.
|
INTOLERABLE.
|
No debe comenzar ni
continuar el trabajo hasta que se reduzca el riesgo. Si no es posible reducir
el riesgo, incluso con recursos limitados, debe prohibirse el trabajo.
Prioridad Inmediata.
|
9.
PREPARAR UN PLAN DE CONTROL DE RIESGOS
El
resultado de una evaluación de riesgos debe servir para hacer un inventario de
acciones, con el fin de diseñar, mantener o mejorar los controles de riesgos.
Es
necesario contar con un buen procedimiento para planificar la implantación de
las medidas de control que sean precisas después de la evaluación de riesgos.
Los
métodos de control deben escogerse teniendo en cuenta los siguientes
principios:
a)
Combatir los riesgos en su origen
b)
Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la
concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos y
métodos de trabajo y de producción, con miras, en particular a atenuar el
trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo en la salud.
c) Tener
en cuenta la evolución de la técnica.
d)
Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro
e)
Adoptar las medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.
f) Dar
las debidas instrucciones a los trabajadores.
10. REVISAR
EL PLAN
El plan
de actuación debe revisarse antes de su implantación, considerando lo
siguiente:
a) Si los
nuevos sistemas de control de riesgos conducirán a niveles de riesgo
aceptables.
b) Si los
nuevos sistemas de control han generado nuevos peligros.
c) La
opinión de los trabajadores afectados sobre la necesidad y la operatividad de
las nuevas medidas de control.
La
evaluación de riesgos debe ser, en general, un proceso continuo. Por lo tanto
la adecuación de las medidas de control debe estar sujeta a una revisión
continua y modificarse si es preciso. De igual forma, si cambian las
condiciones de trabajo, y con ello varían los peligros y los riesgos, habrá de
revisarse la evaluación de riesgos.
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